La sensación de sentir agua hirviendo
Que baja desde la boca del estómago
Hasta la vagina, el clítoris, los labios
El culo –delicia cuando la marea llega-
Va arrullando al animal pero
En lugar de apaciguarla
La incitan, en cada toque de mar
La buscan, juegan con ella
La bañan en humedad para quemarla
Cuando la sensación esta al tope
La marea crece y se alza desbordante
Kilométrica y con furia
Y cae golpeando al animal
Encendiendo su piel, dejándola ardiente
Enjuagando la piel con la humedad del deseo
Pulsa, pulsa, pulsa,
Y la marea se relaja, se ha derramado.
La bestia se ha dormido.
(12052014)

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