martes, 19 de abril de 2016

Nocturna I

La vida no espera,
una fluye
o se resiste
o se vuelca como en olas,
pero una sigue,
y la vida sigue, nunca espera.

Me estoy meciendo,
lenta, calmada, angustiada,
nada me mueve
           -tan alterada quietud-
La calma me abruma,
la misma que me petrifica.

Soledad tan amada,
no deseo compartirle mi ansiedad
no deseo mostrarle un camino fiero
la vida nunca fue tan dura
                     -ella siempre estuvo a mi lado-
y se fue.

Me tengo y me tiene.

Soy como piedra,
lenta crece y lenta se consume.

¿Sabes donde estoy?
Me busco, me llamo, me ignoro.

Grita, grita y llama, implora por mi,
soy una, pero ya nunca la misma.
Transformada y virtuosa
me he vuelto tan ignorante...

Sigo siendo

sus pasos, cada paso, somos
y mi soledad va y viene
es nuestra eterna compañía
hasta el fin.


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