Tengo tu imagen
plasmada
en
un océano blanco
donde
sale sobrando
la
amargura de la piel.
Entrando
muy lento al recuerdo,
tengo
tus brazos tomando
aquella
fotografía preguntándome
¿y
desde cuando fue?
y
es que hoy no se nada
y
mucho menos responder.
A
veces de noche guardo
tu
mirada junto a la arena
deslizándose
lentamente por tu piel
tus senos como
agua salada
donde
busco tu concupiscencia
más
que el olor de tu aliento.
Mares
he navegado
y
solo sal ha quedado
como
un suspiro de agua,
añoranzas
de tus ojos y mi fe.
Eres
ese mar que mece lento

No hay comentarios:
Publicar un comentario