viernes, 27 de febrero de 2015

Miradas II

La terapeuta puede transformar su mirada para ser un perro comprensivo y lánguido, como los basset hound.
Ella me comprende, me escucha y languidece mi padecer, y al salir de la terapia, reluce al volver a ser ella sin la mirada triste por mi sentir. Eso quisiera aprender a ser yo, camaleón.

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