Ella me comprende, me escucha y languidece mi padecer, y al salir de la terapia, reluce al volver a ser ella sin la mirada triste por mi sentir. Eso quisiera aprender a ser yo, camaleón.
De andares y convicciones la vida va, la vida llena de mi ser, y yo llenando mi espacio de manera imperfecta y total... Alegría Joplin León TransARTivista SOY
viernes, 27 de febrero de 2015
Miradas II
La terapeuta puede transformar su mirada para ser un perro comprensivo y lánguido, como los basset hound.
Ella me comprende, me escucha y languidece mi padecer, y al salir de la terapia, reluce al volver a ser ella sin la mirada triste por mi sentir. Eso quisiera aprender a ser yo, camaleón.
Ella me comprende, me escucha y languidece mi padecer, y al salir de la terapia, reluce al volver a ser ella sin la mirada triste por mi sentir. Eso quisiera aprender a ser yo, camaleón.
martes, 24 de febrero de 2015
Advertencia al que llega
No me toques el brazo izquierdo. Duele
de tanta cicatriz.
Dicen que fue un intento de suicidio
pero yo no quería más que dormir
profunda, largamente, como duerme
la mujer que es feliz.
Rosario Castellanos.
de tanta cicatriz.
Dicen que fue un intento de suicidio
pero yo no quería más que dormir
profunda, largamente, como duerme
la mujer que es feliz.
Rosario Castellanos.
jueves, 19 de febrero de 2015
Amor propio.
El verdadero amor
existe en el más oscuro espacio en el que nos movemos, donde todo es silencio y
ni el viento entorpece nuestros pensamientos, al anochecer cuando en soledad,
me reconozco.
Amor propio.
(19 de febrero de 2015)
Consejos para la mujer fuerte
Por Gioconda Belli
Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten con culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande de ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodealo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras
y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete.
Cuídate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.
Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten con culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande de ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodealo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras
y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete.
Cuídate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Seguir siendo
Me dijo que le gustaba que tuviera alas, que fuera guerrera, que luchara por ser siempre yo, por mis ideales, y cuando me di cuenta él estaba en el piso clavado en un cajón de cemento lleno de sus expectativas, pero yo ya había emprendido de nuevo el vuelo...
No me puede seguir, no me pudo seguir, todo el temor a ese mundo desconocido que tanto le había atraído se convirtió en resentimiento, en reclamos, en violencia, por suerte mi amor crecía y crecía en mi vientre. Ahora tengo la certeza de que tenia que estar a su lado en ese momento, parada junto a su bloque de cemento para poder generar vida y darle alas a mi amor.
No me puede seguir, no me pudo seguir, todo el temor a ese mundo desconocido que tanto le había atraído se convirtió en resentimiento, en reclamos, en violencia, por suerte mi amor crecía y crecía en mi vientre. Ahora tengo la certeza de que tenia que estar a su lado en ese momento, parada junto a su bloque de cemento para poder generar vida y darle alas a mi amor.
lunes, 16 de febrero de 2015
Dulces compañías
Felices quisimos ser compartiendo sinfonías
Era un asunto de dos, donde sólo ambos cabíamos.
No sabía que no había espacio para nadie más,
nunca me di cuenta cómo se le negaba ese espacio a más,
cómo se iba mostrando la soledad entre sus brazos.
Cuando llegué de madrugadas a necesitar ser sinfonía
él necesitó ser de nuevo palmo de tierra para quedarse en
el piso
no podía ser vuelo conmigo, no pudo llegar a ser canto
intentó ser más que humano para agradar
hasta que la hiel le reventó entre la boca y sacó el
veneno
que guardó durante meses por jurar amor y locura.
Mi sinfonía me llevó a la vida, al reencuentro de mi ser
Saberme más viva y eterna me hace ser ahora la despedida
que sin su sexo me enjuago la vida en placeres.
No le comprendí, quería curar sus soledades y apabullar
con sus miedos
No me comprendió, quería saberme deseada y atajar mis
monstruos
con dulces compañías, de ésas que no se le desean a
nadie.
Su dulce compañía no logró asesinarme,
para él, mi dulce compañía no logró transformarle.
Deseo nunca más, eterno gozo que se perpetúa en ausencia
deseo más que nunca su ausencia, maldito dinero, aún lo
trae de regreso.
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