martes, 4 de febrero de 2014

Lejanía



Hoy te necesito
Podría inventarte como ya lo he venido haciendo desde tiempo atrás que te vi
Pero realmente te necesito, te deseo tal cual eres para mí
Así, como te oigo y te veo, como te pienso y añoro

Ahora cansada de esperarte con nauseabunda tranquilidad
he decidido salir a ver lo que a tu lado vería mejor
mas la vida no me deparó nada sin ti solo me enseñó que te quiero aquí
-y cada día más cerca de mí-

Ahora deseo estar junto a ti, en este momento, de día, de noches
Tocándote, besándote y guardando cada parte de ti para mí.

Yo no sé de lo que me es imposible y por eso te lo escribo
pues ya he imaginado que lo he logrado -tan solo imaginado-
y he muerto al despertar, al volver a la realidad y no verte

revivo al sentir extraños labios, así como los tuyos
mas te has llevado ya parte de mí,
hasta la sorpresa de encontrar volando en la luna mi cabeza pues solo ya piensa en ti
y con toda mi imaginación te has llevado incluso mi fe

Hoy celebro tener un amor inconcluso recreándose en mi mente
y tener la gracia de plasmarlo en tinta
deseándote y tratando de encontrar el esperado sueño dorado
de tu propio Edén nunca prometido

Yo te espero y aunque no llegues siempre tendrás a una enamorada
Ciega, bucólica y tranquila – aún no inválida-
acosando un beso o mil de tu boca -boca de secreto y cerrazón-
arquetipo que ha de ser hecha molde de la boca mía
boca de todos y solamente tuya

Yo te propongo este corazón abierto, sincero, fiel y desesperado
Tú déjame esperando, buscando, inventando
yo he de ver la maneras que hay para ser intrusa en tu mundo
para vislumbrarme tuya en tu mente, tus brazos, tu gente

Y pensé...


 ...ahora amo a Dios: a los hombres no los amo.
El hombre para mí es una cosa imperfecta
el amor al hombre me mataría.

Al oír esto, el viento se río, y después al oído me susurro,
pero si no amas al hombre y mueres por él estarás amando imposibles al atardecer
Yo le contesté, sin sobresaltos:
-Amé imposibles humanos y me mataron, mas descubrí que tengo 9 vidas como un gato y supe sobrevivir.

Al oír esto sopló desesperado, pues un mensaje me traía:
la muerte ya se acercaría y esta lo mandó,
Él se arrepintió, me dejó morir feliz, con mi amor,
aunque también con un poco de dolor, pues mi Dios nunca apareció,

Desde ese día la muerte ronda conmigo ya muy tarde, por la madrugada
Soy su mala hija, la necia desobediente que busca Dioses por amores y orgiásticas reuniones con las negras damas de esta velada.

Siento extraño el aire que ya no corre por mi cara
que ya no sopla mis cabellos ya no me enfría las manos
y que sin mi aroma se esparce en la mañana.