viernes, 30 de marzo de 2012

¡Dios mío, quién no quiere una esposa! Judith Brady

Quiero una esposa. Quiero una esposa que trabaje mientras yo estudio, cuide a los niños y esté pendiente de las citas con el dentista. Quiero una esposa que alimente bien a mis hijos y los mantenga limpios. Quiero una esposa que se encargue de la casa, vigile las tareas escolares, lleve a los niños al parque y… quiero una esposa que atienda a los niños cuando estén enfermos, yo estoy estudiando. Quiero una esposa que tenga la ropa planchada y limpia, zurcida y guardada y mis objetos personales ordenados de tal modo que los pueda encontrar cuando los necesite… Quiero una esposa que planee dietas balanceadas, económicas y por supuesto que cocinen bien, haga las compras, limpie el piso y lave los trastes –mientras estudio- … Quiero una esposa que entienda mis necesidades sexuales y no demande atenciones cuando no estoy de humor… Quiero una esposa que asuma la responsabilidad del control de la natalidad pues no deseo más niños; una esposa que permanezca fiel pues no quiero que los celos perturben mi trabajo intelectual… Quiero una esposa que entienda que, después de todo, no debo adherirme estrictamente a la monogamia; y si por casualidad encuentro una persona  más apta para desarrollar este papel, deseo tener la libertad de reponerla. Naturalmente espero que ella se haga responsable de los niños. Cuando termine la escuela y tenga un trabajo, quiero que mi esposa deje el suyo para dedicarse de lleno a los quehaceres de la casa.
                ¡Dios mío, quién no quiere una esposa!

Texto escrito por Judith Brady pronunciado en el mitin de San francisco el 26 de agosto, cuando se celebraban el cincuentenario de la obtención del sufragio femenino en ese país.

Texto tomado de Nuestro sueño está en lugar escarpado. Marta Acevedo.

domingo, 25 de marzo de 2012

Poema de Macuilxochitzin

Elevo mis cantos,
Yo, Macuilxóchitl,
con ellos alegro al Dador de la vida,
¡comience la danza!
¿Adonde de algún modo se existe,
a la casa de Él
se llevan los cantos?
¿O sólo aquí
están vuestras flores?,
¡comience la danza!

El matlatzinca
es tu merecimiento de gentes, señorItzcóatl:
¡Axayacatzin, tú conquistaste
la ciudad de Tlacotépec!
Allá fueron a hacer giros tus flores,
tus mariposas.
Con esto has causado alegría.
El matlatzinca
está en Toluca, en Tlacotépec.

Lentamente hace ofrenda
de flores y plumas al Dador de la vida.
Pone los escudos de las águilas
en los brazos de los hombres,
allá donde arde la guerra,
en el interior de la llanura.
Como nuestros cantos,
como nuestras flores,
así, tú, el guerrero de cabeza rapada,
das alegría al Dador de la vida.

Alegría Cronopio: Miss Culiverso.

Alegría Cronopio: Miss Culiverso.: http://ideasfem.wordpress.com/

Miss Culiverso.

Ana Magdalena, “Una nueva profesión para la juventud femenina que desea triunfar, Prepárese desde pequeña para ser Miss Venezuela, Miss pantaleta, Mi Culo, Miss Mundo, miss galaxia, miss intergalaxia, miss infinito… MISS CULIVERSO”, Una Mujer Cualquiera, Boletín Lunático del Grupo La Conjura, n. 4, Caracas, octubre de 1979



Claro, para qué tanto protestar sobre los concursos de belleza, más bien las mujeres deberíamos estar agradecidas de que se nos haya dado esta oportunidad, desde hace tantos años, para salir del olvido; a cambio de figura, cuerpo, tetas, medias, muslos, pestañas y sonrisas; entrar sin mucho trabajo, sudor, ni lágrimas, ni coco, al mundo mágico de los viajes, relaciones, modelaje, cine y ¿por qué no? esperar casarse con un soñado industrial, príncipe azul de estos tiempos, candidatos ideales para salir de abajo.
Pero, qué más se puede esperar, en el mundo de la banalidad a quién le interesa desaprovechar tal oportunidad, en especial si se es una mujer con tantas cualidades físicas (químicas no cuentan), para hacer babear a cuanto viejo verde libidinoso que anda por allí; en fin, allá nosotras, pobres feministas: viejas, feas, frustradas, solteronas, lesbianas, locas, etc., que no queremos aspirar nunca a tener ese cetro adorado entre las manos y reinar sobre tanta fauna macha imbécil.
Hay que reconocer el valor a estos concursos, sinceramente, por ejemplo ¿de qué vale que un pueblo se esté desangrando en una lucha, si lo que está en juego es ganar ese cetro mundial que vale más que mil pueblos combatiendo por su libertad? Eso lo debe haber pensado muy bien la Miss NICARAGUA, que se presentó al concurso en plena guerra en su país. Y nuestra miss ya convertida en miss culiverso, no se queda atrás, pide ayuda a la comunidad internacional a favor de los niños a su paso por Santiago, y abraza y besa al gorilón del sur, sabiendo que ese buen corazón, junto con el bonachón de al lado son los culpables de la desaparición de niños desde hace tantos años, arrebatados a sus padres en las cárceles y sin que se conozcan sus paraderos. Verdaderamente que nos hacen un favor las misis cuando se declaran no feministas, ¡faltaba más!
Ser miss culiverso, tetimundo, cuquizuela, etc., son conquistas tan transcendentales para la mujer, que bien pueden opacar en un diario, el mismo día en que la única graduada Summa Cum Laude en la última graduación del IVIC fue una mujer ¡qué importancia tiene eso!, verdaderamente, las mujeres no pueden figurar,  sino así: ideas cortas y pelo largo, como lo quiso Schopenhauer. ¡VIVAN LOS CONCURSOS DE TORPEZA!, lo único que nos queda es pedir concursos de torpeza masculinos, donde en vez de hembras apetitosas para deleite de babosos, se nos presentan a las mujeres, machotes bien buenotes para que nos masturbemos visualmente. Es lo menos que podemos aspirar en esta idiota sociedad masculina.
Ana Magdalena
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Escrito por Ideas feministas de Nuestra América
agosto 1, 2011 a 8:03 pm

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